El Betis se concentra desde el pasado lunes y hasta el jueves en tierra jerezanas para preparar el partido ante el Levante. Cúper se llevó una grata impresión de las instalaciones en verano.
Después del merecido descanso para los jugadores del Betis por el parón liguero, esta tarde se regresa al trabajo. La victoria frente al Zaragoza fue un verdadero regalo para Cúper y sus hombres, aunque la Liga continúa y ahora toca visitar al colista, el Levante. Para esta importante cita, el entrenador verdiblanco ha decidido concentrar a sus futbolistas en Montecastillo, instalaciones que desde hace tres temporadas se han convertido en la segunda casa para la plantilla heliopolitana.
Y es que el complejo jerezano dejó encantado al técnico argentino en la pretemporada. La tranquilidad a la hora de trabajar es máxima, algo que valora sobremanera Cúper, pero, sobre todo, el preparador bético quiere hacer piña con todos los jugadores que tiene a su disposición. El choque ante el Levante es casi una final al tratarse de dos equipos situados en la zona de descenso. Una victoria granota daría alas a un rival directo, aunque de producirse el triunfo bético, éste serviría para afianzar la remontada en la clasificación que se inició hace una semana ante el Zaragoza.
La experiencia de las temporadas anteriores dice que estos viajes a Montecastillo a mitad de la temporada se realizan con el objetivo de centrar a los jugadores antes de un partido de los denominados clave. En este sentido, el equipo heliopolitano se ha concentrado en este hotel antes de derbis frente al Sevilla, con Lorenzo Serra en el banquillo, o en fechas que la ciudad vive sus fiestas de primavera para que el plantel sólo piense en fútbol y evite las distracciones.
Además de todo esto, el regreso a Jerez fue una decisión unilateral de Héctor Cúper y su equipo, aunque contó con el beneplácito de unos jugadores a los que no suelen gustarle este tipo de excursiones, pero que aceptan de buen grado esta medida conscientes de todo lo que se están jugando en estos momentos. A nadie se le escapa que agarrar un colchón de puntos importantes a estas alturas de temporada evita llegar a Navidad con el miedo metido en el cuerpo. Otro de los datos a valorar, aparte de los diferentes entrenamientos físicos que se pueden realizar en los campos de golf de Montecastillo, es la buena sensación que dejó el Betis tras concluir la pretemporada. La victoria ante el Milan y la conquista del Trofeo Carranza hicieron que el equipo empezara a ilusionar en el arranque. Ahora Cúper espera encontrar nuevamente esa magia que le dio Montecastillo al juego de su Betis.
Después del merecido descanso para los jugadores del Betis por el parón liguero, esta tarde se regresa al trabajo. La victoria frente al Zaragoza fue un verdadero regalo para Cúper y sus hombres, aunque la Liga continúa y ahora toca visitar al colista, el Levante. Para esta importante cita, el entrenador verdiblanco ha decidido concentrar a sus futbolistas en Montecastillo, instalaciones que desde hace tres temporadas se han convertido en la segunda casa para la plantilla heliopolitana.
Y es que el complejo jerezano dejó encantado al técnico argentino en la pretemporada. La tranquilidad a la hora de trabajar es máxima, algo que valora sobremanera Cúper, pero, sobre todo, el preparador bético quiere hacer piña con todos los jugadores que tiene a su disposición. El choque ante el Levante es casi una final al tratarse de dos equipos situados en la zona de descenso. Una victoria granota daría alas a un rival directo, aunque de producirse el triunfo bético, éste serviría para afianzar la remontada en la clasificación que se inició hace una semana ante el Zaragoza.
La experiencia de las temporadas anteriores dice que estos viajes a Montecastillo a mitad de la temporada se realizan con el objetivo de centrar a los jugadores antes de un partido de los denominados clave. En este sentido, el equipo heliopolitano se ha concentrado en este hotel antes de derbis frente al Sevilla, con Lorenzo Serra en el banquillo, o en fechas que la ciudad vive sus fiestas de primavera para que el plantel sólo piense en fútbol y evite las distracciones.
Además de todo esto, el regreso a Jerez fue una decisión unilateral de Héctor Cúper y su equipo, aunque contó con el beneplácito de unos jugadores a los que no suelen gustarle este tipo de excursiones, pero que aceptan de buen grado esta medida conscientes de todo lo que se están jugando en estos momentos. A nadie se le escapa que agarrar un colchón de puntos importantes a estas alturas de temporada evita llegar a Navidad con el miedo metido en el cuerpo. Otro de los datos a valorar, aparte de los diferentes entrenamientos físicos que se pueden realizar en los campos de golf de Montecastillo, es la buena sensación que dejó el Betis tras concluir la pretemporada. La victoria ante el Milan y la conquista del Trofeo Carranza hicieron que el equipo empezara a ilusionar en el arranque. Ahora Cúper espera encontrar nuevamente esa magia que le dio Montecastillo al juego de su Betis.
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